El dirigente peronista consideró esencial que el PJ ofrezca una propuesta "amplia y abierta" para disputarle el poder al macrismo. "Estoy convencido de que hay un camino de crecimiento e industrialización distinto", sostuvo.
Para Julián Domínguez el peronismo tendrá el año próximo el desafío de contraponer al gobierno de Mauricio Macri una propuesta “amplia y diversa” que le permita acceder a una segunda vuela electoral junto a otras fuerzas políticas. Y, según su criterio, para que eso ocurra será decisivo “recuperar a la provincia de Buenos Aires” a la que él mismo pretendió gobernar. “Está claro que Macri encarna una visión neoliberal, sin presencia del Estado como garante del bien común, sin administración del comercio exterior y con beneficios para el sistema financiero. Hay que convocar contra eso, para defender los intereses soberanos de la Nación y el trabajo argentino”, le dijo Domínguez a LA CAPITAL. Por el momento, alejado de los cargos públicos, el ex ministro de Agricultura y ex presidente de la Cámara de Diputados de la Nación, permanece concentrado en su actividad como abogado y asesor del Sindicato de Mecánicos y Afines (Smata), desde donde asegura, se perciben con claridad los efectos de la política económica del gobierno. “La producción del sector está vinculada a un mercado interno que ha tenido una fuerte retracción”, sostuvo. “La conducción del gremio transmite que por ejemplo la renovación de chasis para colectivos empieza a ser cada vez menor por falta de financiamiento y disminución de ingresos. Si no hay consumo interno esto se hace muy difícil y complejo. De una producción que llegó a casi 700 mil autos anuales hoy estamos en unos 470 mil. Vamos a trabajar para que todo lo adquirido en el proceso de industrialización se pueda conservar. Por suerte hay una dirigencia gremial en el sector muy consciente, que está peleando junto a otras organizaciones para que no se descapitalice la industria y sobre todo, para que no se pierda un recurso humano que es muy costoso formar”, sostuvo.
-¿Cómo evalúa la actitud confrontativa que en las últimas semanas el gobierno ha resuelto tener con el peronismo?
-Cada vez que los dirigentes más encumbrados usan a la función pública para dividir a los argentinos nos va mal y es una pérdida de tiempo. Yo entiendo que quien conduce, ya sea presidente, gobernadora o intendente, tiene la obligación de buscar los puntos en común para obtener resultados. Si los resultados no aparecen el responsable es el que conduce. Si se le propuso algo a la sociedad lo que hay que mostrar son los resultados. Finalmente ahora llegamos al Fondo Monetario Internacional para asegurar que los inversores financieros cobren y eso sea pagado por todos los argentinos. Y llegamos a eso porque no se convocó para crecer e industrializar. Y esa tarea no la hicieron los que fueron elegidos para eso.
-Y al margen del auxilio del Fondo, ¿qué espera que suceda con el funcionamiento de la economía real?
-Lamentablemente los dólares de este empréstito son para garantizarle al sector financiero la continuidad de una timba que va a ser respaldada por todos los argentinos. Los que son elegidos deben bregar porque haya desarrollo productivo y generar riqueza. Pero el gobierno ha acudido al sistema financiero para achicar la torta y por eso el único mensaje es el del ajuste. Así no hay ninguna posibilidad de que nos vaya bien, por eso hay que trabajar para un proyecto productivo y de inclusión.
-¿Y cuando el año próximo se desencadene la contienda electoral dónde estará usted?
-Yo quise ser gobernador, dejando todo lo que pude de mi, frente a muchos obstáculos internos. Sigo dispuesto a aportar para que quienes nos conduzcan sean dirigentes con una cabeza amplia. Estoy convencido de que hay un camino de crecimiento e industrialización distinto y voy a trabajar por eso desde el lugar del que pueda ser útil. Por eso creo que para recuperar la Argentina hay que recuperar a Buenos Aires y que para recuperar Buenos Aires hay que recuperar Mar del Plata. Es una pena que una ciudad con tanta identidad y vida propia esté tan descuidada, especialmente por el gobierno de la Provincia y de la Nación.
-¿En qué medida cree posible que el año próximo el peronismo recupere un papel protagónico, en especial en la Provincia?
-En Mar del Plata me he encontrado con un consejo de partido muy abierto, con gente muy diversa, con cosas en común y las puertas abiertas a la nueva generación. Y en ese sentido creo que Fernanda Raverta está llamada a tener un rol muy importante. Sin tener mucha relación personal con ella me da la impresión de que tiene carisma y condiciones para entender a la Mar del Plata del futuro. Y viendo lo que vi en Mar del Plata me convenzo cada vez más de que se necesita a dirigentes como estos, que piensen a la política más allá del partido y piensen en la patria y de los intereses del conjunto. Creo que a nivel nacional hay que sumar todas las voluntades para entrar en una segunda vuelta. Está claro que Macri encarna una visión neoliberal, sin presencia del Estado como garante del bien común, sin administración del comercio exterior y con beneficios para el sistema financiero. Hay que convocar contra eso, para defender los intereses soberanos de la Nación y el trabajo argentino
-Como ex presidente de la Cámara, ¿qué evaluación hace sobre el desarrollo del debate acerca del aborto?
-Estoy convencido, porque lo han dicho ellos mismos, de que el Ejecutivo calculó muy bien meter este debate cuando se tomaba el mayor endeudamiento con el FMI. Valoro al debate porque darlo está bien y creo que la movilización que generó este tema es la expresión de la necesidad de decir algo. Lo que sería muy bueno es que cuando concluya este proceso los hospitales públicos estén en condiciones de atender a las personas que necesitan de asistencia. Siento que es sincera la movilización de la gente no así la intención del gobierno de causar distracción. Yo defiendo las dos vidas y eso lo he dicho siempre. Me tocó trabajar en la reforma del Código Civil y creo en la vida desde la concepción porque como católico no pienso otra cosa. Pero esto no significa que uno piense en penalizar a la mujer. Desde la perspectiva estrictamente jurídica nuestra Constitución tiene una posición tomada así como el Código Penal para casos de violación y de riesgo de vida de la mujer. Y la Corte tiene una acordada que establece que la interrupción del embarazo no es judiciable, ya que cada ministerio de salud tiene que tener un protocolo de salud frente a este tema. Es un tema para el cual las previsiones estaban tomadas, pese a que este nuevo debate debía hacerse.